CARACTER DEL RHODESIAN RIDGEBACK.
Los perros
están considerados como los mejores amigos del hombre y lo cierto es que no
hay mejor compañero, más fiel y que nos dé más afecto que este animal. Esto es
precisamente lo que podemos conseguir si nos decidimos por la raza del rhodesian
ridgeback.
LO QUE DEBES SABER...
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Su aspecto
dulce y amigable es un buen reflejo del carácter del rhodesian ridgeback.
Aunque es tremendamente afable con su dueño, en ocasiones se muestra algo más
reservado con las personas que no conoce, eso sí, en ningún caso se comporta de
manera temerosa o agresiva, simplemente hace gala de la indiferencia más
absoluta.
Grandes
compañeros de juego de los niños
Los
rhodesian ridgeback son perros que suelen reconocer a un único amo. Son muy
felices cuando están rodeados de gente y suelen seguir a su “familia”
a cualquier parte de la casa. Por eso es importante dedicarles tiempo y muchos
mimos ya que pueden llegar a deprimirse si se les deja encerrados o se les
acondiciona en un lugar exclusivo del jardín.
Son además
grandes defensores de los suyo y como suyo también podemos considerar a
su familia humana. No dudarán en actuar si perciben que esta corre algún tipo
de peligro.
Su relación
con los niños es fantástica, su instinto les lleva a tener cuidado a la
hora de jugar con ellos. Resulta muy curioso este comportamiento porque sin
embargo, cuando juegan con los adultos pueden ser tremendamente brutos, sin
embargo, con los más pequeños de la casa cuidaran de no hacerles daño. Eso sí,
como con cualquier otra raza, es recomendable que siempre haya un adulto
supervisando los juegos entre los niños y el perro.
Reservado
con las personas que no conoce
Los rhodesian
ridgeback son perros muy inteligentes lo que en ocasiones puede
convertirle en un perro tozudo. Aunque es muy tranquilo y no suele ladrar,
su instinto le lleva a estar alerta en todo momento, así que si le escuchamos
algún ladrido es porque nos está avisando de algo.
Como
comentábamos antes, su carácter con los extraños es reservado. Si bien dejará
que se le acerquen y le hagan caricias, no será especialmente amable con
personas desconocidas y las mantendrá vigiladas de manera constante sin que se
den cuenta.
Utilidad del rhodesian ridgeback
El rhodesian
ridgeback aún es utilizado como perro de caza en muchos lugares. Fueron
descubiertos por los cazadores sudafricanos, que denominaban a
esta raza "cazador de leones africano", por lo que se puede
deducir lo eficaces que son gracias a su temperamento calmado pero siempre
siendo muy observadores
El papel de "perro safari" forma,
en gran medida, parte del pasado. Sus funciones actuales son mas bien las de un
perro de familia apto para la guarda.
En todo caso, conviene hablar de su antigua tarea. En pequeñas jaurías rastreaba y levantaba la caza mayor (antílopes, cebras, ñus) e intentaba acercarlas a los cazadores. Dada la velocidad de los animales (que pueden llegar a alcanzar 60 y hasta 80 Km/h) resulta evidente que los perros tenían que tener unas capacidades físicas ( rapidez y resistencia) poco comunes.
Cabe destacar que el estándar actual sigue insistiendo en que la conformación permita una gran velocidad. A veces rastreaba la sangre de la pieza herida, lo que demuestra sus facultades olfativas ( tanto mas que las condiciones del terreno - calor y sequedad- las cuales solían ser desfavorables.)
Pero lo que cimentó la fama del Ridgeback fue la caza de fieras. Su tarea consistía en hacer salir al animal salvaje de su escondite o de llevarlo acosándolo a terreno descubierto a tiro de los cazadores. Naturalmente, no atacaba directamente a los grandes felinos pero hay que reconocerle un carácter bien templado como para atreverse a provocar a la fiera en la guarida de ésta.
En la actualidad, las actividades del Ridgeback son más tranquilas. Es un magnífico perro de guardia, firme y tranquilo, de una buena prestancia y buen porte. Si un desconocido intenta entrar en una casa, el Ridgeback emite un gruñido sordo, impresionante, mira fijamente a los ojos del intruso y su fuerte voz resuena hasta que llega el dueño, algo completamente disuasorio.
El Ridgeback no es ladrador ni nervioso. Existe un refrán que dice: Que si un Rhodesiano ladra, es mejor ir a ver que sucede. En la casa es de lo más discreto llegando incluso a parecer un poco indolente. La verdad es que sabe apreciar en lo que vale la comodidad de una alfombra o de un sillón para dormir la siesta. Las obras inglesas lo describen como un excelente camarada de juegos con los niños. Su carácter tranquilo corre parejo con un temperamento muy deportivo en cuanto se trata de pasear o, mejor todavía, de correr a sus anchas. El guardián se convierte entonces en un atleta hecho para correr.
El Rhodesian Ridgeback, es una raza que se está descubriendo muy poco a poco, de buen tamaño, fuerte pero no pesado, no se le encuentra ninguna exageración aunque su cresta dorsal le confiere una innegable originalidad. Buen guardián, mas bien tranquilo, es un perro casero de lo más amigable. Muy capacitado para aprender, es sumamente limpio, obediente y delicado con los niños.
Actualmente, se los utiliza en África para cuidar las minas de diamantes.
En síntesis: es un perro distante con los desconocidos, vigilante, con un sentido del territorio muy pronunciado. No ladra de no ser necesario. El perro ideal de una familia.
En todo caso, conviene hablar de su antigua tarea. En pequeñas jaurías rastreaba y levantaba la caza mayor (antílopes, cebras, ñus) e intentaba acercarlas a los cazadores. Dada la velocidad de los animales (que pueden llegar a alcanzar 60 y hasta 80 Km/h) resulta evidente que los perros tenían que tener unas capacidades físicas ( rapidez y resistencia) poco comunes.
Cabe destacar que el estándar actual sigue insistiendo en que la conformación permita una gran velocidad. A veces rastreaba la sangre de la pieza herida, lo que demuestra sus facultades olfativas ( tanto mas que las condiciones del terreno - calor y sequedad- las cuales solían ser desfavorables.)
Pero lo que cimentó la fama del Ridgeback fue la caza de fieras. Su tarea consistía en hacer salir al animal salvaje de su escondite o de llevarlo acosándolo a terreno descubierto a tiro de los cazadores. Naturalmente, no atacaba directamente a los grandes felinos pero hay que reconocerle un carácter bien templado como para atreverse a provocar a la fiera en la guarida de ésta.
En la actualidad, las actividades del Ridgeback son más tranquilas. Es un magnífico perro de guardia, firme y tranquilo, de una buena prestancia y buen porte. Si un desconocido intenta entrar en una casa, el Ridgeback emite un gruñido sordo, impresionante, mira fijamente a los ojos del intruso y su fuerte voz resuena hasta que llega el dueño, algo completamente disuasorio.
El Ridgeback no es ladrador ni nervioso. Existe un refrán que dice: Que si un Rhodesiano ladra, es mejor ir a ver que sucede. En la casa es de lo más discreto llegando incluso a parecer un poco indolente. La verdad es que sabe apreciar en lo que vale la comodidad de una alfombra o de un sillón para dormir la siesta. Las obras inglesas lo describen como un excelente camarada de juegos con los niños. Su carácter tranquilo corre parejo con un temperamento muy deportivo en cuanto se trata de pasear o, mejor todavía, de correr a sus anchas. El guardián se convierte entonces en un atleta hecho para correr.
El Rhodesian Ridgeback, es una raza que se está descubriendo muy poco a poco, de buen tamaño, fuerte pero no pesado, no se le encuentra ninguna exageración aunque su cresta dorsal le confiere una innegable originalidad. Buen guardián, mas bien tranquilo, es un perro casero de lo más amigable. Muy capacitado para aprender, es sumamente limpio, obediente y delicado con los niños.
Actualmente, se los utiliza en África para cuidar las minas de diamantes.
En síntesis: es un perro distante con los desconocidos, vigilante, con un sentido del territorio muy pronunciado. No ladra de no ser necesario. El perro ideal de una familia.
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